lunes, 15 de noviembre de 2010

Cabalgando en la poética de Perdomo


SILENCIO DEL OLOR

Doncella de insomnios
con parpados de duelo,
ya no blandes tus macizos
curtidos de soledad,
tu cintura casi cóncava
va dormida en el silencio
de tu lecho.
No más crujidos de la puerta
con el beso a hurtadillas
entre la oscuridad de tu espejo
y el viejo ventilador.
No más gemidos mudos
y entre cortados.
Cada una vez, era otra vez,
cada dos veces, eran dos más.
Ya no escucho el canto de los sueños
apostados en los poros de tu piel
ni beso la humedad censurada
de tus pecados concebidos,
Entre nosotros,
solo sueña el olor.


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COMO PENDULO SIN DESCANSO


Ese camino pesadumbroso que recorro
entre el Cosmos y el Infinito destemplado
consumiendo cada gota de paciencia,
en mi intimismo solitario y sublevado.

En él se retuerce mi creación irreverente
que deambula entre el principio
y el final de mi flecha rota.

No soy ni más alto ni más pequeño
en ese sendero que arrastra mis metáforas
a lo indeciso,
a las aguas de los afluentes de mi mundo sideral.

Arrimo mi péndulo arrítmico
entre tantas dudas que se desdoblan
en un fugaz mundo de bisutería y petulancia.

Vago sin descanso
entre ese Cosmos y el Infinito destemplado
aunque allí quisiera descansar.


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GARZA BLANCA

Ya no vienen
las largas sinfonías
de góndolas níveas,
las que en el ocaso
concluían su danza de plumajes
vistiendo la paz
sueño de los mortales,
dibujando en las alturas
la vereda trunca
del Dorado manto.
Tan mansas y tan puras.
Tan tristes y flamencas.
¡Blanca Diosa del crepúsculo!
Muriendo de volar
sin tener un nido.


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VIENTO


Vuelas sin alas en el pecho
de tu susurro al oído
temo de tiempo en tiempo
de tu roce en mi piel
un placer
y un pavor tremulante se siente
las hojas secas vienen y van
con tus encantos
¿Y si tuvieras alas?


Ramón Perdomo


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Cabalgando en la poética de Ramón Perdomo


Por: Licenciada Ana Teresa Martínez.-
Para entender la poesía del escritor Ramón Perdomo, poseedor de una sólida cultura intelectual y de una vasta experiencia, debemos navegar en el océano poético de un autor de una profunda percepción, una rica imaginación creadora y de una gran sensibilidad. Este poeta pone de manifiesto un haz de figuras metafóricas que traspasan los linderos de una imaginación natural, donde con maestría desviste sus sentimientos.

En la poética de este autor se ve manifiesta una riqueza de sensibilidad innata que le llena el alma de sensaciones productoras de nutridos sentimientos, que de manera conciente o inconciente desnudan la manifestación de lo que siente en la hondura de su ser. Así vemos, en su poema Como péndulo sin descanso dice:

“Ese camino pesadumbroso que recorro
entre el Cosmos y el Infinito destemplado
consumiendo cada gota de paciencia
en mi intimismo solitario y sublevado.”

Y cuando en Silencio del olor expresa:

“Ya no escucho el canto de los sueños
apostados en los poros de tu piel
ni beso la humedad censurada
de tus pecados concebidos.
Entre nosotros,
solo sueña el olor.”

Tratar de penetrar en el contenido de sus versos, es como querer hoyar el fondo del mar en búsqueda de ese tesoro escondido que solo el autor puede encontrar y expresar con esa riqueza de sensaciones subjetivas manifestada con holgura en sus versos cargados de imágenes y figuras literarias sombreadas de una enigmática expresión, nacidas de su sentir intrapersonal.

Queda expuesta en este autor, una agudeza de la razón que junto a la delicadeza de su sensibilidad, la facilidad para intuir y plasmar las ideas, y esa desarrollada imaginación, lo convierten en un poeta poseedor de las cualidades que debe tener todo buen escritor.

Una rica imaginación reproductora queda al descubierto en todos los versos de su poema Garza blanca:

“Ya no vienen
las largas sinfonías
de góndolas níveas,
las que en el ocaso
concluían sus danzas de plumajes
vistiendo la paz”

y es notoria también su imaginación creadora en el poema Viento:

“Vuelas sin alas en el pecho
de tu susurro al oído
temo de tiempo en tiempo
de tu roce en mi piel
un placer
y un pavor tremulante se siente
las hojas secas vienen y van
con tus encantos
¿Y si tuvieras alas?”

Definitivamente podemos afirmar que Ramón Perdomo es un poeta, donde en sus versos, que nadan en una versificación libre, encontramos una notoria musicalidad cargada de simbolismo, manifiesto en el uso de un lenguaje puramente metafórico impregnado de misterio.

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